Liderar Equipos

Liderar Equipos

Motivar y ….Liderar Equipos.
Buscar el equilibrio entre la gestión y el liderazgo:

Seguramente usted ha estado en muchas reuniones de equipo, pensando con impaciencia “¡Ya es tiempo de seguir con el próximo punto en la agenda” o “Él ya debería haber tomado una decisión”. Ahora, por fin, le toca a usted liderar el equipo: su oportunidad para tener un impacto significativo en la organización. ¿Cómo va a convertir este grupo de individuos en el equipo de alto desempeño que siempre ha soñado tener? ¿Qué va a hacer? Súbitamente, dirigir a un equipo ya no tan fácil.

 

En los ejercicios en que pido a las personas escribir las palabras que reflejan sus experiencias con equipos, generalmente las primeras que aparecen son “Frustración”, “Conflicto” y “Agendas ocultas”. Pero éstas son seguidas a menudo por palabras como “Logros”, “Victorias compartidas”, “Entretenido” e incluso “Regocijo”. El equipo puede ser un oasis de entusiasmo, energía enfocada y alto desempeño, o puede parecerse a un desierto que no termina nunca. ¿Qué hace la diferencia?
Bueno, no hace falta ser un genio. Cualquiera puede liderar eficazmente un equipo. Lo que sí se necesita es una clara comprensión de cómo funcionan los equipos (y cómo difieren de los individuos); un compromiso con la coordinación de las tareas respectivas; empatía, paciencia y persistencia; y unas cuantas técnicas para avanzar más allá de los obstáculos predecibles.
Este comentario le entregará una visión y hasta podría ayudarle a darse cuenta de cómo usar su inteligencia emocional en un contexto te equipo. Antes de que usted se sumerja en su análisis, me gustaría destacar algunos puntos clave para comprender de qué se trata el liderazgo de equipos. Antes que todo, como líder del equipo, usted debe equilibrar dos formas muy distintas de responsabilidad: tiene que gestionar y tiene que liderar. Por gestionar quiero decir coordinar, evaluar e incentivar los esfuerzos del equipo. A las personas no les gusta que se desperdicie su tiempo, por lo que debe crear las condiciones para que les sea fácil entregar su mejor esfuerzo. Una buena gestión de un equipo tranquiliza y motiva a sus miembros; les demuestra que vale la pena que se comprometan con ese esfuerzo.
Pero gestionar no es lo mismo que liderar. Liderar tiene que ver con guiar a las personas. Tiene que ver con escuchar, observar e influir en los individuos y las dinámicas del equipo. Implica hacer que los miembros del equipo se sientan valorados, además de organizar la participación y moldear la percepción del equipo acerca de lo que están haciendo juntos y por qué. Liderar es motivar al equipo para que persista durante el conflicto y la confusión y descubra su propósito superior. Tiene que ver con realizar intervenciones apropiadas para reorientar a un equipo.
Además de gestionar y liderar, muchos líderes de equipo también están equilibrando una tercera responsabilidad importante: la de ser un experto en el área en cuestión. Uno de los desafíos más grandes que enfrentan los líderes de equipo es saber cómo contribuir con su propio conocimiento experto sin dejar que su perspectiva e interés dominen la agenda del equipo. Cuando esto pasa, usted verá que los miembros del equipo se alejarán lentamente del grupo. Entonces, hay que tener cuidado con esta responsabilidad que en ocasiones puede ser muy compleja.
Una idea errada que las personas suelen tener sobre los equipos es asumir que las contribuciones negativas que (sean éstas pecados de acción u omisión) se deben a defectos en la personalidad de uno de los miembros del equipo. Hay veces en que esto puede ser verdad, pero es mucho más común que el comportamiento sea motivado por sus roles y responsabilidades organizacionales. Entonces una parte clave de dirigir a un equipo es comprender esos roles y entender como sus exigencias (además de los intereses individuales) pueden satisfacerse al contribuir eficazmente al equipo.
También hay que tener en mente que los equipos son diseñados para crear un producto como resultado de los esfuerzos de muchas personas. No deje que los miembros de su equipo crean que basta con “dividir las tareas” sin tener un plan o el tiempo suficiente para integrar su trabajo y así producir los resultados deseados. Como líder, enfóquese siempre en la forma en que los esfuerzos y los conocimientos de los miembros del equipo pueden ser –y serán- integrados en un resultado exitoso.
Finalmente, como líder del equipo, ¡No olvide gozar con la diversión y la alegría común tras una victoria compartida!

Anne Donnellon, .Mentora

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